También conocida como una de las islas de las Especias, Zanzíbar ha atraído comerciantes y viajeros desde hace no cientos, sino miles de años. Situada a pocos kilómetros de la costa de Tanzania, sobre el océano Índico, sumerios, asirios, egipcios, chinos, pero también europeos han dejado su huella, que hoy se refleja en las iglesias, mezquitas y templos hindúes del viejo Stone Town y su laberinto de callejuelas y pasajes.
Zanzíbar también posee una interesante historia política, a veces trágica, y funciona como una república semiautónoma dentro de la República Unida de Tanzania. De hecho, Tanzania como nombre surgió de la unión de Tanganica y Zanzíbar.
Tuve el privilegio de estar dos veces en Zanzíbar, respirando su atmósfera única. La primera en 1994, como uno de los itinerarios más destacados del viaje de cinco meses cruzando África, pero también en el año 2013, luego de un viaje a Entebbe (donde se encuentra la base de operaciones logísticas de Naciones Unidas para África, link).
Finalmente, vale la pena destacar que esta isla cuenta entre sus hijos ilustres a Farrokh Bulsara, más conocido como Freddy Mercuri.
Si no vas, nunca lo sabrás. Edreams