Esta nación cuya gente es tan amable y alegre, tiene para ofrecer varias historias, y hermosos paisajes.

Uganda es una excolonia inglesa que, como muchas naciones africanas, luego de su independencia le siguió una gran inestabilidad política, que llevó a que en los setenta un dictador terrible se alzara con el poder, Idi Amin Dada, quien hizo derramar mucha sangre, que aparece retratado en el libro y film “El último Rey de Escocia”. Él fue destronado en 1986, por un general, Yoweri Museveni, quien luego devino elegido democráticamente al frente del país, y que en 2021, luego de sucesivas elecciones, permanece en el poder.

Yo tuve la oportunidad de visitar Uganda porque allí se encuentra la base logística de Naciones Unidas para las operaciones de mantenimiento de paz en África, funcionando en el aeropuerto de la ciudad de Entebbe. Este aeropuerto es famoso por ser el lugar donde en 1976 un comando de la OLP secuestró un avión en vuelo con más de doscientos pasajeros, y lo desvió a Entebbe. Allí fue bienvenido por Idi Amin, quien incluso puso fuerzas armadas ugandesas para defender a los secuestradores, en contra de Israel. Esta toma finalizó pocos días después con una operación comando de las fuerzas armadas israelíes, con el rescate de casi todos los rehenes vivos, todos los secuestradores y decenas de militares ugandeses muertos. En aquella operación murió Yonathan Netanyahu, hermano mayor del primer ministro de Israel.

Uganda es un país vegetación frondosa salpicada de lagos con costas muy accidentadas, infinitos cultivos de té; hierven de movimiento las ciudades con sus gentes, pero sus calles se caminan con tranquilidad.

Hacia el oeste comparte la cadena montañosa Ruwenzori con la RD Congo, y tanto de un lado como del otro de la frontera, he visitado gorilas, guiado por Pigmeos, habitantes desde siempre y baqueanos del lugar.

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