En julio del 2010, recién desembarcado en la RD Congo, mi supervisora decidió enviarme a un curso, y para mi alegría, me envió a Accra, al Koffi Annan International Peacekeeping Training Center. Al margen del placer que me dio encontrarme allí con una joven abogada timorense con quien habíamos trabajado unos años antes en la formación del colegio de abogados, también lo fue volver caminar como lo había hecho en 1994, las efervescentes calles de ciudades como Accra y sus barriadas, pero también de Cape Coast y Elmina, su ambiente muy pintoresco con fortalezas bien mantenidas holandesas e inglesas, en la Gold Coast, que fuera en su momento uno de los puntos de donde más esclavos salieron para América.
Viajar, y específicamente viajar de manera callejera y barato, me ha dado la posibilidad de cruzar puentes, conocer gentes, y fundamentalmente, entender por qué otras personas hacen lo que hacen.