Con motivo del aniversario de la revolución de mayo, en 2017 el consulado argentino en NYC organizó la correspondiente celebración, y yo fui uno de los invitados. Promediando el encuentro, y luego de los canapés de rigor, se organizó el sorteo de un pasaje a Buenos Aires, evento patrocinado por una de las aerolíneas que unen ambos países, y he aquí que, ante mi incredulidad y sorpresa, el pasaje me lo gané yo.
Nos tomamos las fotos de ocasión con el cónsul y el representante argentino que trabajaba en aquella aerolínea, conversamos brevemente, yo ya conocía al cónsul de anteriores encuentros, y un rato antes de que termine la celebración decidí volverme a mi casa; recuerdo que era una tarde noche lluviosa en Nueva York.
Ahora bien, siempre muy ilusionado con lo que había ganado, ese mismo día vuelvo a mirar el voucher que me habían entregado, lo leo y para mi estupor el documento expresaba “travel área: South America … Alaska … Hawai … Micronesia”.
“¿¿¿¡¡¡Micronesia!!!???”
Inmediatamente supe que no iba a usar ese pasaje para ir a Argentina, sino que me quería ir a Micronesia, por lo cual comencé a averiguar qué islas quedaban comprendidas dentro de esta región, y una de ellas es Palau, un estado insular, que es considerado uno de los mejores lugares de buceo en el mundo.
Hacía mucho tiempo que no buceaba, mi familia estaba en Buenos Aires, así que desde Nueva York me fui a conocer y bucear una semana estas islas, vía Hawai, donde también pude conocer Honolulu y el museo de Pearl Harbor, más aterrizar en la isla de Guam, todos activos escenarios durante la segunda guerra mundial.
La pasión por lo que haces te hará entender que los límites son mentales. Mesteval.com