Subir
  >  Voluntariado

Voluntariado.

“Buscando el bien del prójimo,

encontrarás tu propio bien”

Esta frase la leí hace unos días, y la he visto expresada de otras maneras más o menos similares.
Pero mi propia experimentación de este enunciado es la razón más importante por la cual decidí incluir esta sección en mi sitio.
Sé que hay muchas personas que han experimentado el profundo significado según el cual, ayudando a otros, siendo generoso hacia los otros, incluyendo en el pensamiento, al tiempo que beneficiaremos a ellos por el efecto positivo causado en ellos, eso a su vez nos causará placer y una sensación de bienestar a nosotros mismos.
Y esto vale desde decir “buen día” y pedir “por favor”, o desde practicarlo con vecinos y familiares, hasta la más grande iniciativa.
Y de ese modo, todos nos beneficiamos.
Y entiendo que hay un componente en algún sentido egoísta, en ese altruismo de ayudar al otro. Y sí, son cuestiones que para mí coexisten, que se complementan, pero que suman positivamente.
Y vuelvo al punto sobre la decisión de incluir esta sección, porque si bien hay gente que sabe de lo que hablo, hay mucha otra, creo que una mayoría, que no ha descubierto esta asociación tan beneficiosa para todos que es dar genuinamente, y de ese modo recibir en percepciones, o en emociones, siempre mucho más de lo que damos.

Yo mismo, habiéndola conocido en diferentes oportunidades, también hubo momentos donde la he olvidado. Es una sensación positiva tan real, hasta de lógica y sentido común, pero que en su efecto también es mágica.
Que a su vez está relacionada con otra noción que me parece central en mi propia reflexión, que es estar atento a conectarnos mucho más con nuestro “lobo bueno” que habita en nuestro interior, que con el “lobo malo” a quien también alojamos, por más que nos cueste aceptarlo.
De todos modos, lo que he y hemos podido dar es muy pero muy poco, sobre todo con relación a los ejércitos de voluntarios y profesionales que se brindan cada día a hacer cosas por los demás. A cumplir con su deber, a hacerse cargo.
Lo mío es ultra limitado, es lo que voy o lo que vamos pudiendo hacer.

Esta sección tiene lugar también porque como digo, una de las finalidades de la creación de este sitio es la de difundir estas experiencias que le pueden servir a otros y otras, al mismo tiempo que es agradecerles a todas las gentes de tantísimos lugares que nos han ayudado, y a todas las comunidades que hemos podido conocer, y aprender de ellos, observando.

Desde que volvimos de Nueva York en 2018, hasta la actualidad:

Colaborador en mi club

Colaborador en mi club donde jugué al rugby, el Club Ciudad de Buenos Aires

Nunca antes había ejercido como entrenador de ninguna división, pero al tiempo que comencé a traer a mis hijos a jugar en las divisiones infantiles, comencé a involucrarme y es así que desde 2018 empecé a ayudar a quienes en definitiva son mis amigos y mis antiguos compañeros en la cancha, que a su vez tienen a sus hijos jugando con mis hijos …

Mi contribución es reciente. Por eso quiero dejar claro y agradecer sinceramente, a quienes han estado siempre, los que realmente año tras año, a lo largo de 20 y 30 años, han trabajado duro por el rugby de club, haciéndolo progresar significativamente respecto a cuando yo jugaba, y sorteando todo tipo de desafíos.

Aquí de mi parte es darles a ellos las infinitas gracias, por dejarme participar en entrenar infantiles que tanto cariño devuelven, también en el equipo que está desarrollando el rugby femenino de Ciudad, en el riego manual de las canchas que tanto esfuerzo demanda, en mejorar las instalaciones de rugby, a pulmón, o a preparar las viandas que se reparten en la ciudad a población vulnerable urbana en situación de calle.

Me causa una gran felicidad poder ayudar en el club.

Sólo hace poco tiempo pude entender que, al menos para mí, el sentimiento de “pertenencia” a un club como el nuestro, se da cuando uno puede formar parte y contribuir a un proyecto activamente.

Como si todo esto no fuera suficiente, mi hija ganó un concurso y los cuatro pudimos viajar a presenciar el mundial de Japón, teniendo ella un rol entrando a la cancha portando la pelota oficial, junto a los seleccionados de Argentina e Inglaterra. La felicidad que experimentamos esos días, El cariño que recibimos de la comunidad del rugby, del club y en general …

Voluntariado en la Fundación Deportistas por la Paz

Voluntariado en la Fundación Deportistas por la Paz, en 2019, a través de la práctica del rugby y del desarrollo de habilidades actitudinales positivas para la vida, con jóvenes adultos privados de libertad en unidades penitenciarias.

Como si fuera poca la felicidad que me brinda el rugby en mi club, tuve la fortuna de conocer la realidad del sistema penitenciario bonaerense, al menos una parte de él, en la atención a jóvenes adultos.

Y aquí hay varios planos para agradecer. En primer lugar, sin duda a los jóvenes. En el trato que me han dispensado, en los entrenamientos y juegos que hemos compartido, el respeto y el afecto que he recibido de ellos, el valor que le han dado al tiempo que nos tomamos en ir a jugar y conversar con ellos, las miradas a los ojos, los abrazos; a los momentos de libertad que ellos y nosotros hemos compartido jugando al rugby, divirtiéndonos a lo grande, respetando las reglas.

“Gracias, porque jugando me hicieron olvidar que estoy preso”, tantas veces nos lo han dicho.

Muchas veces les he agradecido, y he intentado explicarles que, si bien aceptaba y me hacía bien su agradecimiento y lo valoraba, era mucho más lo que yo recibía de parte de ellos, que el agradecido era yo … pero no sé cuántos se daban cuenta de todo el bien que también podían hacer. Aquellos que se daban cuenta cambiaban su mirada, su actitud, y ya se los notaba que estaban en una etapa diferente de sus procesos humanos.

Agradecerles también, al personal del Servicio Penitenciario Bonaerense, al Programa Integral de Asistencia y Tratamiento para Jóvenes Adultos -PIATJA-, por el sacrificio, la voluntad de hacer las cosas bien a pesar de las circunstancias tan adversas.

Por supuesto agradecer a Melchor Villanueva, nuestro “guía espiritual” como le suelo decir, por haberme abierto las puertas a esta experiencia tan profunda y positiva que he podido compartir.

Una vez más, yo que iba con la intención de dar, ¡terminé recibiendo cuantísimo más!

Colaboraciones con la Asociación de Padrinos de Escuelas Rurales

Colaboraciones con la Asociación de Padrinos de Escuelas Rurales, Apaer

En el año 2018 adquirimos un equipo de generación solar de electricidad que fue donado e instalado en la Escuela 474 de El Tolar, Belén, provincia de Catamarca. Esto le permitió a la comunidad de la escuela poder ofrecer mejor y más variada alimentación a los niños, entre otros beneficios. La Directora comenzó su carta expresando “La primera semilla para la abundancia es el agradecimiento”.

En 2018 fue nuestra primera donación a través de la ayuda de Apaer. Esa vez consistió en la donación de 22 equipos de filtros de agua para cada familia de la comunidad del Paraje Diaspa, en torno a la Escuela 899, provincia de Santiago del Estero.

Antes, durante varios años contribuimos económicamente a Apaer y también la Fundación Alfarcito, que sostiene una escuela y toda una serie de proyectos sociales en la provincia de Salta.

Y en los comienzos, tal vez en nuestra prehistoria de lo que con el tiempo terminó transformándose en nuestro trabajo humanitario, entre los años 1993 y 1998 colaboramos año a año con una comunidad aborigen situada en el paraje Wichi – El Pintado, otra vez organizada en torno a la Escuela 517 de la provincia del Chaco. Aquí hemos organizado donaciones que fueron creciendo en el tiempo en cantidad, así que terminábamos enviando camiones hasta allí. Ropa, materiales no perecederos, equipos de fútbol para el pueblo, les vendíamos sus artesanías en Buenos Aires y con el dinero se compraban cosas que ellos pedían, instalación de un invernadero en la Escuela, etcétera. Fue una hermosa primera experiencia directa.